jueves, 9 de agosto de 2012

Memorias de un exjugador de Independiente Santa Fe campeón en 1971-1975: el “Lolo”



La inexorable y exigente lucha que se hace por vivir deja íntegras experiencias que educan, y ayudan a comprender lo complejo de la existencia. Para Heliodoro Vásquez Cantor, más conocido como “Lolo”, no todo puede ser regalado en la vida y luchar incansablemente por alcanzar los sueños es su tarea. Éste es el perfil de un exjugador del actual campeón del futbol colombiano: un hombre al que le gusta la política tanto como el futbol.

Heliodoro vive en una casa blanca de tres pisos, con ventanales y un portón grande y oscuro. Al llegar, él mismo abre el portón, me saluda cordialmente y me invita a pasar. Es un hombre de piel trigueña oscura, ojos negros, mirada afable y cabellos grisáceos, que viste camisa roja y pantalón de paño. En una de sus manos tiene la sección deportiva de un periódico que le hace un homenaje al reciente campeón del futbol colombiano: Independiente Santa Fe. Uno de los titulares dice “Guiados por el maestrico”, en la foto de los once está él, cruzado de brazos, junto a figuras como el brasileño Waltinho, el argentino Manuel Ovejero, el colombiano Alfonso Cañón, entre otros jugadores que alcanzaron la quinta estrella del club en 1971.


Para llegar a la sala tuve que pasar por un pequeño garaje que terminaba en unos escalones; éstos conducían a la sala y la cocina, donde estaba Blanca Elizabet, su esposa. El techo de su sala es completamente en madera, hay sillones cómodos, un comedor cerca a la pared, un televisor arcaico cerca de una chimenea artificial apagada. En el centro, una mesa octogonal de madera con un pequeño florero encima, también hay un mini componente ubicado en la otra pared, un cuadro del corazón de Jesús colgado encima del televisor y otro en un rincón de la sala con la foto de un equipo Soachuno que figura con el nombre de Calzonarias, reconocido a nivel nacional por su historia. Nos sentamos frente a frente y comenzamos dialogar, el campeón se pone cómodo en su sillón comienza a relatar y desempolvar sus hazañas en medio de la música suave. 


Su pasión por el fútbol la cultivó su padre. Desde muy niño lo llevó al estadio el Campín. Fue el escenario perfecto para que Heliodoro y su inocencia infantil soñaran juntas algún día estar allí, corriendo detrás de un balón y anotando goles. Heliodoro nació el 14 de marzo de 1951 en el municipio de Soacha, ciudad donde actualmente vive. Cuándo tenía 8 años se fue con su familia a vivir al barrio San Fernando en Cali. Allí entrenaba y jugaba futbol. Pero a raíz de una tragedia regresaron a Soacha.

Cuenta y rememora con orgullo detalles de su época dorada, al mismo tiempo que su mirada busca el piso rojizo de la sala. Fue en Soacha donde di mis primeros pasos como futbolista de competencia, dice, tenía 18 años, la persona que descubrió mi talento fue Simon Herrerías, un español que dirigió la selección de Cundinamarca en 1968. Representamos al municipio en los Juegos Nacionales en Pasto. En 1970 jugué un suramericano en Asunción de Paraguay con la selección Colombia sub 19. De aquella selección salimos grandes jugadores para el futbol profesional colombiano. Tenía 20 años cuando Independiente Santa Fe se fijó en mis habilidades con el balón y de esta manera debuté de marcador derecho por primera vez como profesional. Formé parte de Independiente Santa Fe, al lado de grandes glorias del futbol como Manuel Ovejero, Miguel Ángel Basílico, Manuel Manjarrés, Waltinho, Leonidas Aguirre, Alfonso Cañón, Domingo González, Luis Montaño, Walter Sossa y Víctor Campaz.

Además de esto, en 1974, Heliodoro jugó para el equipo Cristal Caldas, allí duró un año con el plantel. 1975 regresó a Santa Fe, pero solo pudo debutar hasta mitad de temporada con el equipo campeón de la sexta estrella. Fue el tiempo en que empezaron momentos difíciles para Heliodoro. Su vida sentimental influyó en el declive de su carrera profesional después de separarse de su primera esposa. Puntualiza, además, que Santa Fe nunca le dio su pase. Por estas dos razones, Heliodoro terminó su carrera profesional muy temprano: a los 25 años. Por ésta y mucha más razones pienso que el fútbol es una de las profesiones más cortas y difíciles de todas, asegura.


Sin embargo, no dejó de jugar fútbol. Después de su paso por Santa Fe, vivió en la ciudad de Armenia, allí jugó con el equipo del Seguro Social de Armenia. Luego se trasladó a Cúcuta y permaneció 5 años jugando en equipos venezolanos. Pasaron 10 años para que Heliodoro regresara a Soacha. Fue en esa época que conoció a Elizabet,  desde entonces, vivió de fabricar muebles de madera en un taller propio.

Hoy por hoy, inquieto por los problemas sociales que enfrenta Soacha, trabaja para intentar mitigar dichas dificultades. Asume el puesto de la vicepresidencia del partido liberal en Soacha y también es presidente de los ediles de la comuna 2. Ahora sueña con ser un gran líder, quedar campeón con los proyectos que tiene en mente y jugársela por solventar las necesidades de la comunidad.



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